martes, 10 de mayo de 2011

Danos hoy el Pan de mañana

Juan 6,30-35.Y volvieron a preguntarle: "¿Qué signos haces para que veamos y creamos en ti? ¿Qué obra realizas? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como dice la Escritura: Les dio de comer el pan bajado del cielo". Jesús respondió: "Les aseguro que no es Moisés el que les dio el pan del cielo; mi Padre les da el verdadero pan del cielo; porque el pan de Dios es el que desciende del cielo y da Vida al mundo". Ellos le dijeron: "Señor, danos siempre de ese pan". Jesús les respondió: "Yo soy el pan de Vida. El que viene a mí jamás tendrá hambre; el que cree en mí jamás tendrá sed.

Jesús es el Pan de Dios que desciendo del Cielo.
Si quisieramos limitar y reservar la Verdad a Jesús diriamos con base a este evangelio que sólo Jesús es el Pan de vida que Dios baja del Cielo. Que sólo él es la vida, el camino, la luz y la puerta. Sólo está Cristo. Y sólo en su Iglesia esta el Unico salvador. Y básicamente esa afirmación tiene su base en una Cosmovision y Cronovisión limitada y casi mitológica. Y sin embargo la verdad es que en Cristo esta la puerta, que no hay otra. ¿Como podremos conjugar una apertura de mentalidad sin desmarcarnos de la Palabra de Dios, del Hijo unico, Pan de Vida.

Una visión serena, abierta a lo que empezamos a conocer de la realidad física y lo que preveemos, esto es, mucho más grande, inconcebible, habitado, etc en otros planetas, bigbanes, dimensiones que aumenta en cantidad y calidad hasta el punto de dejar los apaños de darle algun sentido de realidad, puentes entre la ciencia y la descripcion de la realidad por la vision bíblica y de fe, completamente divorciados e incompatibles. Todavia podiamos hacer apaños de hacer coincidir la creación de la nada con el Bigbang, o la Parusía con la disolución en la expansión del Universo, pero las magnitudes de tiempo y espacio hacen que nos evadamos de la magnimidad del un universo con trillones de planetas como la tierra, muchos de ellos habitados por humanos en nuestro nivel de conciencia, y tambien superior. Y que decir de otras dimensiones, otros universos con sus binbanes, y tantas cosas que empezamos a atisbar. ¿Que queda de esta unica Tierra creada para que el hombre sea el rey de la creacion, que en la culminación de los tiempos nace Jesús y que en un tiempo termina con la Venida y el fin de esta tierra y cielos? Pues tal vez lo que queda es lo mismo que lo que nos aporta Jesús, nuestro Pan de vida. Lo unico que vale la pena tener, el unico tesoro que vale la pena desear en el corazón. Porque Dios se vale de Jesús, de su vida, de su resurrección, de su Señorio, de su Iglesia en la que se nos ha invitado a estar en su Cuerpo participando de su ser Hijo Unico, para darnos ese paso al nivel siguiente, al cielo, a donde nos destina aprendiendo de este tiempo de santificación, de transformación en el Espiritu Santo.

Ese hecho, con diferencias culturales, mentales, y de todo tipo es lo que viven cada uno de los hombres en sus culturas, terraqueas o extraterrestres. Y eso Cristo es lo mismo aunque nuestra limitación racional hoy nos limita nuestra comprension. Pero no es la comprension sino el recibir y nutrirse del Pan del cielo lo que supone el fin de nuestra existencia para pasar al cielo, uno de tantísimos, que en este momento nos corresponde y es la voluntad de Dios para nosotros.